Explora la corporeidad de la materia cuando a ésta se le concede tener cierto poder de decisión sobre la formación de su propia apariencia. El artista colabora con el comportamiento de la materia, le señala las directrices a seguir y ésta aporta los detalles finos según su temperamento y los parámetros del proceso de transformación. Las piezas resultantes se muestran siendo tal como son: materia, cuerpo y piel de ontología sencilla y llana. Hay un acto de auto aceptación en cada pieza, cada ente se acepta a sí mismo tal y como es, con sus laceraciones e imperfecciones, sus heridas y malformaciones, así como nosotros mismos deberíamos aceptar nuestro cuerpo con sus cicatrices acumuladas.

Maderos que ostentan con destellos áureos sus crudos desgarros viscerales; telas flotantes con la posibilidad de transformarse continuamente a sí mismas; metales fundidos que, al haber fluido por sus cauces, quedaron solidificados por su como la lava se petrifica al escurrir… entes que, a fin de cuentas, contribuyeron en la germinación de sus propias anatomías. Sin más preámbulo, se le invita a conocer las manifestaciones de la materia expuestas en este recinto.

Permanencia hasta el 05 de julio de 2019